una noche se quebró
la pared de hielo con la que te guardaba
como a una rosa
una noche aprendiste las palabras,
el eco poderoso de mi error debió de habértelas dictado,
y pronunciaste el juramento
te pregunto mirándote los ojos tan cerca del cero
por qué siempre el dolor
tiene los mismos colores
es la misma exacta voz que me llama desde siempre
desde abajo
y no es tuyo el fuego en que lo leo
no es tu perfume de doncella que me enseña de la vida
los enseres
es del otro lado de la tierra, donde queman los terrones malditos
de ahí parece ser que me he salido por las malas
y andan exactos precisos furibundos
siempre buscándome la dicha
en el cinismo más grande que es usarte
la voz el canto los labios de princesa
para venirme a buscar
de parte del infierno
vos eras mi silencio y me vacié de paraíso
la noche que escuché aullar chacales en tu boca
No hay comentarios:
Publicar un comentario