miércoles, 26 de septiembre de 2012

de esta tierra (Abril, 2012)

De la tierra de la que creció como la hierba
se fue,
rehuyendo la propia opacidad

; sobre la piel veteada de este suelo
gastaba los pies jóvenes buscando
la profundidad de los misterios,
como en tajos de carne desgarrada

; bajo este sol envejecido
soñaba
tener un sentido

prendía el fuego con lo propio,
lo entregaba todo: lo quería todo:
Mezclaba fatalmente el bien con el mal
hurgando en la noche,
y pensaba, equivocada, que los nombres
se sostienen por sí solos.

Quiso romper el avance lineal del tiempo
y como a un dios que se ocurre así mismo,
aquí está: un presente inextricable
, el pasado fresco como un cuadro
, el futuro ciego como de luz blanca.

En esta tierra
sigue prendiéndose el fuego
intenso y mudo,
con la soledad
, con la brutal delicadeza

; los otros – los otros:
es como una fiesta,
y es como un entierro

En esta tierra
-se queda en silencio el idioma,
admirado-
surca el suelo buscando,
(hambrienta)
; busca en los espectros lunares,
entre los riegos acostados de sol
al atardecer.

Ella también
es la mujer en las ventanas.