Ocupaste mis espacios.
Vos llegabas hasta donde querías, o hasta donde -según vos- era
preciso
(o hasta donde precisabas
vos, que da igual
, porque vos
eras siempre la pauta, la escala,
la gradualidad
sobre la que se oscurecían todas las cosas).
Pero eran míos,
tal y como son míos ahora,
y tal y como lo serán mañana
y hasta la última de las mañanas.
Ocupaste mis espacios cuando estaba indefensa,
y cuando estaba indefensa me dijiste Así
será siempre. Así ha sido siempre, y así será
hasta siempre jamás.
Pero eran míos
tal y como son
, míos
, ahora.