sábado, 28 de mayo de 2011

Pablo no es Pablo

Pablo es el sentido basal de orientación
en la más grande aventura:
la de la libertad.

Pablo es la clave detrás del código de la locura
con que me llama la verdad.

Él es la piedra de jade con que puedo
cruzar todas las fronteras;
el artículo tercero
que abre las prisiones anidadas.

Pablo es la causa por la que brillan las mañanas
y el silencio críptico con que gana siempre la noche.

Pablo no es Pablo
(estaba hablando del amor)

miércoles, 18 de mayo de 2011

( )

Vivir
sin los preámbulos
sin los ritos,
sin maneras

Vivir (amar)
escribir
morir.

Del caos al hartazgo (poema alegre)

Al principio todo será caos, ignorancia, ruido y confusión;
como siempre, como en todas las cosas que nacen: caos.
Luego, paulatinamente, brevemente y a dentadas –que avanzan, hincan, hieren (despabilan) y retroceden para desaparecer-
vendrá la luz, la visión, la conciencia.
Aun en lo agitado la luz hará su brecha, aun en la inquietud. Pero esta será ya una inquietud de búsqueda, de incomodidad en la compulsión, de aturdimiento en el ruido.
Serán los primeros signos del hartazgo.
La primera intuición del gran portal.

jueves, 12 de mayo de 2011

( )

te nombro
: quiero hacer
la forma de tu existencia en mi escéptica realidad

te nombro en un ejercicio de persistencia
como la insistencia magnífica del nombre
que termina, cada vez que procuro decirte
por virar –como vos- hacia una voz nueva
siempre en volutas insondables
siempre dejándome perpleja

te nombro
y así te nombrara apenas hoy
mil veces
no vas a ser nunca un poema,
tal es la maravillada suerte de los enumerantes
romper siempre los nombres cuidadosos, de cristal y perla
(aun los nombres de los cien reflejos)
vas a ser siempre
y es mi descanso
intensamente de carne y sonido
de dudas de vértigo de esperas
de velocidad y brisa
de cumbre y llanuras;
cada amanecer, cada girar la cabeza
o escuchar el rumor de puertas con que llegás
una aventura, un descubrimiento continental y verde

un nadar en aguas sin fondo

todo siempre está por verse

La huella

Ahora que todo lo he roto, y todo queda todavía
¿quién será de mí?
ahora,
que corté las cadenas viejas (ahora que sostengo
los delgados hilos en pie) ¿quién será de mí?

¿Dónde
más irremediablemente desapareceré para mi desgracia,
conviviendo todavía, cada día
con mi ausencia vendida?

¿Tan frágil será el ser, que busca entre amenazas,
entre riscos pedregosos,
entre tormentas?

Busco la huella del abandono. Ahí no quiero pisar.