miércoles, 26 de agosto de 2009

La celosa

adentro! rápido, rápido como una daga
la pregunta que punza la llaga
de la mujer que no sabía
la mujer del corazón salvaje que no había visto nada

el rigor de una verdad
pesado como la desnudez
la mujer que no conocía
la celosa del reloj no sabía por qué lo vigilaba
ni desde cuándo estaba ahí parada inerte e inerme
cuidando que no se escape no sabía bien qué
si algo se escapa me voy a dar cuenta para qué era que me puse acá
o me pusieron?
alguien me puso acá?
y por qué lo hizo? dónde está ese que hizo de mí, mi destino
el reloj no decía nunca nada. inmutable y cíclico, daba una tras otra
las horas
tres y cinco minutos, veinticinco segundos
ella vigilaba
a veces la invadía una apremiante sensación de que el momento
estaba por llegar
pasados los instantes de temblor, todo seguía tal cual y ella reanudaba sus dudas
olvidadas quizás tras el olor del cambio, o el aburrimiento

se sentaba y se paraba, al reloj parecía darle exactamente igual
tendrá sentido todavía el que yo esté acá? puede el azar arruinar un destino?
puedo no darme cuenta?
si nunca nada se escapa o trata de escapar del reloj que tanto llevo vigilado, voy a sentirme exitosa
o frustrada?

podré saber alguna vez?
lo que sea será si lo decido yo?
si decido marcharme, sin más, dejar de mirar este reloj, estaré negando mi destino, o encontrándolo?
será mi deber permanecer?
quién me ha puesto en este embrollo? por qué no puedo recordarlo?! siquiera el mínimo derecho a ejercer la memoria!

qué tiendo a pensar respecto de esta vigilancia?
deseo largarme ya de aquí!
de hecho no me importa si el fin del mundo depende de ello. o mejor dicho la subsistencia del mundo.
la subsistencia de un mundo que al final de cuentas no he visto! y se supone que yo lo esté protegiendo, vigilando algo que no sé qué es, ni por qué lo estoy haciendo?

pero tengo miedo
tengo miedo, y es el miedo el que no me deja ni partir
ni quedarme, pero en paz

podría ser feliz sentada aquí? será ese mi destino? aprender que en lo poco hay mucho?
aprender que todo, hasta el tiempo
hasta la manera de contarlo, todo
es relativo?

puedo aprender eso, y marcharme?
puedo marcharme a aprenderlo en otra parte?
por qué no me quiero quedar y seguir esperando? es que estoy siendo puesta a prueba
y marcharme demostraría mi debilidad?
mi debilidad para qué
mi debilidad para quién
si al menos recordara quién o por qué estoy acá
desde cuándo empecé a dudar de lo que hago?
no lo dudé siempre. alguna vez estuve convencida, y ahora lo he olvidado

si al menos tuviera una guía, alguien que me dijera una palabra, una palabra que no saliera de mi cabeza.
eso! una conversación. si al menos pudiera, tener una conversación

no quiero conversar conmigo misma
no me creo ninguna respuesta
dudo de todo lo que siento, y sigo andando en círculos, yendo y viniendo
entre distintas convicciones, y dudando a una por vez, de todas ellas

no puedo aspirar al silencio
el tic tac del reloj parece dispuesto a enloquecerme
es como si marcara el péndulo de mis vacilaciones mentales
no conozco, no recuerdo lo que es no pensar
no recuerdo lo que es no intentar tomar una decisión
no conozco lo que es tomar una de ellas

hace tiempo que estar acá no es una decisión,
sino sólo una delación
un no saber si
un no saber si no