martes, 28 de abril de 2009

Sobre el silencio

1.
qué es
el pasado
sino el cuenco de las sobras
donde insiste en tropezar el alimento
el acto fútil de dar-nos de comer

2.
en el silencio guarda la voz la invitación al abrazo
la invitación a florecer resuena como el viento que oyen las hadas
que tienen pétalo y corola

3.
quememos esta vida
sepamos lo que queda de ella
en las bocas hecho agua el silencio,
para que quede el aliento
de la última cena en la memoria

4.
en el silencio está en paz la muerte, mujer más bella
la muerte nunca da pelea
mientras la vida aletea, errática
errando a colores el sentido

5.
en el silencio las miradas no consumen
queman sin fuego, y se puede dormir en ellas como en una hamaca
a la sombra de los árboles y las mariposas

6.
en el silencio
puedo desnudarte un brazo
solamente
y llenarme de un lunar furtivo y vibrante

7.
en el silencio
me hablaba la muerte, de su cínica maravilla de ser
la única cosa cierta
, en el silencio corcoveaba por no escucharla
me pateaba un pie con otro pensando en comer
cuando los años pasaron y ya tenía que crecer

8.
en el silencio mi taza de malta tibia
me hace el rostro del amor,
y me posee

9.
en el silencio siempre está el viento
siempre está la ardilla de la verdad
escondida riendo
y susurrando

10.
en el silencio abriría los ojos desde adentro
para verte, insisto, la sonrisa de anciano
la cara fea,

los ojos entrecerrados,

tus ojos entrecerrados me miraron en el silencio
sonreíste desde el infierno
pensaste que la muerte te llevaba por fin, y me miraste aliviado
dabas las gracias de que estuviera cubierta tu fantasía del final

no tiene final el amor -amor
no tiene final el suplicio de no morir
porque ya nunca estás muerto

olvidate de querer morir
y ayudame a olvidar el miedo

me hacías la fantasía de la noche, entendelo:
yo te envenené
vos me envenenaste
yo te convertí en el peor de los que eras
vos me vaciaste como a un vaso, me enjuagaste y resbalé
caí en trizas del vidrio que te cortó un dedo
entendelo
entendamos
no puede dolerme lo que no hiciste
sólo soy una llaga sola, informe soplo de querencias
no puedo decir porque no sé
lo que no te hice
no puedo decir porque no sé
que te quiero hacer de vuelta
pero perfecto

sábado, 25 de abril de 2009

Me vuelvo una loca

En el fondo del mar
serías la astilla que entré a buscar
No parezco abandonar tu imagen, querido
no parece que me fuera a pasar des-desearte
un día de estos

te propongo, ergo
no pases la pascua
la navidad
el de las madres
ni el de brujas,
no pases los días
(el de tu cumpleaños el del mío)

no los pases sin mí

venime a buscar
me desgarro el pecho con las manos, deshago ante tus ojos
si pidieras las hebras que tejen el abrigo de mi corazón bisonante
hundo los índices entrecostillas me quito la carne muscular
con que te amo
si pidieras

en la base de la cabeza de kundalini, querido
estarías manchando mil y un pétalos
mil y un intentos míos de soltarte las riendas del pelo
soltar tu sonrisa de ojos entrecerrados
tu sonrisa fea, tu cara de anciano, tus mil y un ebriedades
soltar la voz de la noche en que gritaste
tan fuerte que vibraron las ventanas
alejate
olvidar cuando hacías el pan del trigo sobre el que me dormí
(te voy a confesar, no dormía)

Me vuelvo una loca a tu lado
esa es la razón que sospecha mi pecho
por la que no he podido, luminaria,
soltarte

jueves, 23 de abril de 2009

No fueron muchas cuadras, pero cuando venia para acá, me puse anarca un rato.
Y no perdonaba a nadie
que usara auto, se tiñera el pelo, tuviera un carrito y/o bebé en brazos.
Me parecían todos sucios, empastados de la grasa de los engranajes. Nunca vamos a ser tan ricos como a los que enriquecemos, rezaban una y otra vez. El rezo era apenas un susurro entre los dientes, pero casi no había resquicios de silencio en sus bocas. O susurraban, o parloteaban con algún otro; siempre cabizbajos. Los taxis me parecían en especial hijos de puta (si ser eso significa dar asco, repulsión; y gozar por causar eso).
Y yo era un engranaje más, trabajando para pagar
deudas que contraigo por ser un engranaje, una ruedita en un reloj pulsera
cualunque y vetusto.
Y mis ojos soltaban gotas de fuego
y mi garganta era la boca del volcán. El cráter pústula herida
de lava exhalante.

Mi ira es mi verdad cuando nadie quiere oírla.
¿quién puede creer en algo en lo que nadie nunca más creyó,
y no prenderse fuego?

jueves, 2 de abril de 2009

soy la extranjera reencarnada
soy la bestia entre xenófobos
la viajera encantada
desencantando años lentos
en el gesto de prenderse fuego
rompiendo las bocas de los falsos sonrientes
destituyendo las estatuas

soy la inmigrante que murió triste
en la gala última de la mirada verde
con el último resquicio de la fiesta
sobre el rabillo del ojo

hablé conmigo ayer esta noche
y ojalá como siempre nos hubiéramos besado los labios

tengo sueño de trashumante
tengo el hambre del barco de tercera
tengo el hambre de polillas de almacén
y tengo el sexo ciego de la viuda del prisionero

La normal

Gente que quiere robarse mi mochila
Gente que piensa que me visto
me comporto me expreso me muevo inadecuada
Gente que quiere hacerme trabajar
sin pagar por ello
Hombres que quieren violarme
Hombres que quieren golpearme
Hombres que quieren ponerme
a parir
Y hombres que no me quieren
Gente que quiere el progreso
por el Esfuerzo Empeñado...
Que lo justo que lo injusto que lo gratuito
que lo costoso hasta lo prohibitivo
que lo masivo que lo elitista y
exclusivo
Qué tal tu hotel
Qué tal tu peluquera
Qué tal te depilan ahí
(Bueno, te arrancan los pelos con cera 1. olorosa, 2. caliente
3. duele. Así que: bien, muy bien).
Qué tal tu jefe (Bueno, es mi jefe, y finge no saberlo, para que yo
lo haga evidente, obedeciendo a lo que no siempre pide. Así que bien).
Al menos sabe mi nombre. Al menos disimula (mal (adrede))... Al menos
finge que disimula
el asco que le da
maniobrar con mi casta.

Los pelos me siguen creciendo
y la barriga, claro
y la melena
y sigo desconstipándome
por si las dudas me constipo
y eso y el pelo refrizado
que me crece de la cabeza salvaje
parece que fueran
mi misión en esta vida

No tengo profesión
y no tengo marido
y no tengo línea
y no tengo timbre. Ni televisor
y no hablo de política, y no pienso
en ‘la política’
y no me gusta ponerme zapatos
y no me gusta ponerme corpiños
metalizados
y no me gusta coger con forro
porque no quiero que el otro esté enfermo,
ni pensarlo. Ni enfermarme. Ni enfermarlo.
No quiero que las palomas
vivan (muriendo) al ras de la basura
que cubre el suelo
que se moja con meo, con nafta, con lavandina,
que moja a los pordioseros que ruegan
NO SÉ QUÉ
pero no ruegan sino que engordan
el caldo que beben (el caldo que las baña, las enjuga,
las hace crepitar del gozo de la identidad) a
las señoras feligresas de la comisión restauradora de nuestra
iglesia catedral.
...los tres elementos que nos componen: cuerpo, palabra y mente.
Sogyal Rimpoché
Libro tibetano de la vida y de la muerte.


voy a intentar la incerteza
desimpostar todas las pieles
de la palabra primigenia
la palabra descriptiva

imposibilidad de predicción
de la verdad,
la belleza

decir con la voz de los espejos
no lo que veo en tus ojos de agua caliente

la moral pesa
–describo- que la culpa es un inerme monstruo
a horcajadas del cuello

que cada risa no es una ceremonia
cada mirada se agota en su brevedad inflamable

las horas reloj como balsas
saltando en una breve inquieta oleada de suspiros estornudados

las horas reloj sin paradero,
imposible intuición
saber dónde irán las náufragas
en palpitación de desembarco

ahora que soy (1 a 4)

1.
ahora que soy grande
conozco dónde corta el filo del humor
del cínico destino.

2.
ahora que soy grande conozco
la pieza exacta que se lleva la mañana
cuando la noche no termina

3.
ahora que soy grande
dejo ir las noches que llevan adentro
la mirada perdida en las hendijas del encierro
que se escapaban a los ojos de la cerradura

4.
ahora que soy grande me civilicé
me puse a colores de moda
organicé la cabellera.

entiendo las categorías
del uno al cien
de la ridiculez

Las voces del silencio

que las letras robadas enseñen
lo que calla el ruido
lo que sé sin decirlo,
atrapar por asalto su vuelo de libélula
el vuelo del miedo
tan mudo de ser
tan libre sin ser descripto

nunca la vida es igual a sí misma
y he de demorar casi respetuosa
y casi resignada el vestigio del qué

no puedo hacer aquí de la no sida
no se puede construir lo que no se da

qué leyes respeta el alma
cuáles siquiera ha visto su unidicotomía

que una casa es como el viento
que el alma es en un barco
el marinero holgazán parecido a una cigarra

que si el alma tiene moralejas
si lee la fontaine
si sabe de deberes, o sabe de debidos

si tengo miedo quién soy yo a qué he venido
dónde me lleva la que no puedo postergar
dónde queda el verbo quedarse
quién lo dijo por primera vez
como el que dijo por primera vez
permanecer