jueves, 2 de abril de 2009

La normal

Gente que quiere robarse mi mochila
Gente que piensa que me visto
me comporto me expreso me muevo inadecuada
Gente que quiere hacerme trabajar
sin pagar por ello
Hombres que quieren violarme
Hombres que quieren golpearme
Hombres que quieren ponerme
a parir
Y hombres que no me quieren
Gente que quiere el progreso
por el Esfuerzo Empeñado...
Que lo justo que lo injusto que lo gratuito
que lo costoso hasta lo prohibitivo
que lo masivo que lo elitista y
exclusivo
Qué tal tu hotel
Qué tal tu peluquera
Qué tal te depilan ahí
(Bueno, te arrancan los pelos con cera 1. olorosa, 2. caliente
3. duele. Así que: bien, muy bien).
Qué tal tu jefe (Bueno, es mi jefe, y finge no saberlo, para que yo
lo haga evidente, obedeciendo a lo que no siempre pide. Así que bien).
Al menos sabe mi nombre. Al menos disimula (mal (adrede))... Al menos
finge que disimula
el asco que le da
maniobrar con mi casta.

Los pelos me siguen creciendo
y la barriga, claro
y la melena
y sigo desconstipándome
por si las dudas me constipo
y eso y el pelo refrizado
que me crece de la cabeza salvaje
parece que fueran
mi misión en esta vida

No tengo profesión
y no tengo marido
y no tengo línea
y no tengo timbre. Ni televisor
y no hablo de política, y no pienso
en ‘la política’
y no me gusta ponerme zapatos
y no me gusta ponerme corpiños
metalizados
y no me gusta coger con forro
porque no quiero que el otro esté enfermo,
ni pensarlo. Ni enfermarme. Ni enfermarlo.
No quiero que las palomas
vivan (muriendo) al ras de la basura
que cubre el suelo
que se moja con meo, con nafta, con lavandina,
que moja a los pordioseros que ruegan
NO SÉ QUÉ
pero no ruegan sino que engordan
el caldo que beben (el caldo que las baña, las enjuga,
las hace crepitar del gozo de la identidad) a
las señoras feligresas de la comisión restauradora de nuestra
iglesia catedral.

1 comentario:

pao raingo dijo...

Noviembre de 2008.