lunes, 30 de noviembre de 2009

el espiral y la caída

no puedo escribir una puta palabra
los maestros mentirosos me vigilan
y no me dejan caer

quiero decir la higuera bajo la lenta lluvia de verano
decir la brújula perdida bajo el agua quieta
el silencio acariciado por la respiración...

pero no puedo soltar palabra
los soles de mentira me antojan un encandilamiento
que no ha llegado
o que no siento
o que no sé

quisiera decir la delicada manera en que acarician
los brazos del pulpo dormido
que la juventud que dejé hace poco, en un descanso del camino
me golpea las piernas
pero no me da placer...

los ecos espurios de la voz del guía
me censuran
entonces ¿no podré decir siquiera
el placer de un higo mórbido pelándose en las manos
succionándose en la boca
derramado en dos comisuras
estrujado contra el grito
de liberación?

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